Estrés y pareja: cómo detenerse y respirar para recuperar la calma
La vida moderna está marcada por la prisa y la exigencia constante. El estrés, más que una excepción, se ha convertido en la norma. Y aunque solemos asociarlo con el trabajo o las responsabilidades externas, pocas veces reconocemos cuánto afecta la vida en pareja. Aprender a detenerse y respirar es más que una técnica: es un acto de autocuidado y de cuidado de la relación.
Cómo el estrés afecta la pareja
- Comunicación deteriorada: la tensión emocional se traduce en discusiones frecuentes.
- Distancia emocional: uno o ambos pueden desconectarse como mecanismo de defensa.
- Disminución del deseo sexual: el cuerpo estresado prioriza la supervivencia sobre el placer.
- Cansancio acumulado: reduce la paciencia y la disposición a compartir.
Señales de alarma
- Irritabilidad desproporcionada ante pequeñas diferencias.
- Sensación de estar siempre a la defensiva.
- Imposibilidad de disfrutar de actividades compartidas.
- Malestares físicos recurrentes (dolores de cabeza, insomnio, contracturas).
Estrategias para detenerse y respirar
- Pausas conscientes: dedicar unos minutos al día a la respiración profunda o la meditación.
- Tiempo individual de autocuidado: ejercicio, lectura, descanso reparador.
- Espacios de conexión en pareja: cenas sin pantallas, caminatas, actividades que favorezcan la calma.
- Terapia psicológica: un recurso útil para aprender a gestionar el estrés y evitar que se filtre en la relación.
Conclusión
El estrés no tiene por qué convertirse en el centro de la vida en pareja. Con pequeñas pausas, hábitos saludables y la disposición a cuidarse mutuamente, es posible recuperar la calma y transformar la relación en un espacio de refugio y apoyo.
Atenea Anca
Psicóloga, sexóloga, terapeuta de parejas y directora de la Clínica de la
Pareja

