Infidelidad descubierta: qué hacer después y cómo superar la traición
Descubrir una infidelidad puede sentirse como un terremoto emocional. La confianza se rompe, aparecen dudas sobre el pasado y el futuro, y surgen emociones intensas que van desde la rabia hasta la tristeza profunda. Aunque muchas parejas creen que la infidelidad marca el fin inevitable, en realidad abre un proceso de decisiones y posibles caminos.
El impacto inicial
- Emociones intensas: ira, dolor, humillación, miedo a perder la relación.
- Pérdida de confianza: cuestionar lo que se creía seguro.
- Reacciones impulsivas: revisar el teléfono, buscar pruebas, confrontar de manera abrupta.
Factores que influyen en lo que viene después
- Historia de la relación: si había satisfacción y compromiso previo.
- Actitud de la persona infiel: disposición a reconocer la falta y asumir responsabilidad.
- Actitud de la persona afectada: apertura a procesar el dolor y evaluar si desea continuar.
- Disponibilidad de apoyo: terapia, red familiar o social.
Caminos posibles
- Separación: cuando el daño es irreparable o no existe voluntad de cambio.
- Reconstrucción: cuando aún hay amor, compromiso y disposición a trabajar.
- Estancamiento: permanecer juntos sin resolver el conflicto, lo cual perpetúa el sufrimiento.
El rol de la terapia de pareja
La terapia no "borra" la infidelidad, pero ofrece un espacio para:
- Expresar emociones sin juicios ni interrupciones.
- Reconstruir la confianza de manera gradual.
- Redefinir acuerdos y expectativas.
- Tomar decisiones informadas sobre el futuro de la relación.
Conclusión
Una infidelidad descubierta no tiene un único desenlace. Puede ser el final de una historia o el inicio de una reconstrucción más consciente. Lo fundamental es no quedarse atrapado en la confusión: buscar apoyo profesional ayuda a transformar la crisis en claridad y a decidir el camino más sano.
Atenea Anca
Psicóloga, sexóloga, terapeuta de parejas y directora de la Clínica de la
Pareja

